martes, 30 de agosto de 2011

Me miras

Me miras
Me miras todo el tiempo
Desde la nada
me miras.
Anclada en tu lugar fijo
de donde nunca te has movido
Ni un suspiro,
ni un aleteo de pestañas,
ni un temblor de labio,
han delatado
tu silenciosa presencia,
tu pertinaz espionaje.
Sólo me miras,
aunque no me conoces,
ni sabes de mí,
ni de los pasos que he dado,
ni de los pozos en los que he caído
de cabeza o de pie,
ni de los abismos
de los que he emergido,
embrutecida,
más humana,
más feroz

Nada sabes
pero me miras
desde tu puesto permanente
dibujada
con trazos turbios
sobre la tapia del jardín
Perenne
Inmóvil
Desamparada.

Me miras a mí,
a quien nunca has visto
ni has tocado
ni amado ni odiado
ni olido ni besado

A quien no podrás ver jamás
a quién nunca palparás
ni susurrarás
ni amarás ni odiarás

Me miras desde la lejanía
de los espacios
y las dimensiones
intocables
Y quisiera acercarme
y acariciarte
las tristes trenzas
y la boca menuda
y los ojos desolados
y decirte
Tranquila pequeña
todo irá bien.




No hay comentarios:

Publicar un comentario